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La influencia determinante de las hembras en la cría


Me ha parecido un artículo muy interesante para los que tenemos perros de trabajo en los cuales la resistencia, la tardanza en surgir la fatiga muscular, es una cualidad importante en el día a día de un perro de trabajo o utilidad.

El texto trata sobre la influencia de las hembras en el metabolismo celular responsable del trabajo atlético. Esta influencia parece ser que deriva ÚNICAMENTE de la hembra con la que se cría, pues se transmite a través del ADN mitocondrial, que es una parte del ADN que todos poseemos, pero que solamente se transmite por vía materna. Es decir, el ADN mitocondrial de cada uno de nosotros nos ha sido transmitido por nuestra madre, a la cual fue transmitido únicamente por nuestra abuela materna y así sucesivamente. Los machos/varones NO transmitimos nuestro ADN mitocondrial a nuestros hijos e hijas.

Hagamos hincapié en ciertas partes del texto, que nos van a ayudar a entender de qué concepto estamos hablando:

“(...) no depende del ADN Mitocondrial que un caballo tenga patas largas, cuello corto, orejas grandes, que sea alazán o tordillo. Lo que ha sido planteado es que la información genética contenida en el mismo va a determinar cómo de eficiente será el metabolismo celular a nivel de sistemas corporales responsables de un buen desempeño atlético”

“El ácido láctico es una sustancia que se produce tras el metabolismo de los carbohidratos durante el ejercicio, la acumulación a nivel muscular del mismo es el origen de la fatiga muscular, en la medida que el caballo pueda mantener un ritmo de ejercicio a un nivel competitivo siendo capaz de retardar la acumulación de ácido láctico a nivel muscular, en esa misma medida será capaz de correr una mayor distancia a una mayor velocidad sin fatigarse. Así toda la energía requerida para respirar, correr, o simplemente existir proviene directamente de las mitocondrias heredadas de la madre, aquellas que han sido denominadas yeguas madres superiores, gracias a la capacidad corredora de sus hijos, pasan esta información genética de manera intacta a sus hijos de ambos sexos y la misma continuara transmitiéndose de generación en generación a través de sus hijas”

Es decir, parece demostrado de forma científica que esta cualidad tan importante en un perro de rastro, la resistencia, viene en gran parte determinada por la vía materna a través del mecanismo de acumulación de ácido láctico en los músculos. Una vez conocido esto, tengámoslo en cuenta a la hora de realizar un cruce.

Por otro lado, hay al menos otros tres aspectos fundamentales en la cría que inclinan la balanza hacia la mayor importancia de las hembras con respecto a los machos en la descendencia:

1.- Poseer la hembra permite al que cría elegir en primer lugar el macho con el que quiere criar, y en segundo lugar, qué hacer con los cachorros, una decisión que puede ir desde quedarse con todos hasta elegir el que le parezca mejor, o incluso ninguno.

2.- Desde el punto de vista físico, la capacidad de cría de la hembra va a determinar el desarrollo físico de los cachorros desde el momento de la concepción hasta el destete. Todos sabemos que unas perras crían mejor que otras, es decir, unas perras dan perros más grandes, más sanos y más fuertes que otras.

3.- Desde el punto de vista psíquico, hay dos aspectos en los que la hembra tiene una gran influencia en los cachorros:

a) Algunos estudios están concluyendo que mientras el feto está en el vientre materno las emociones de la madre se transmiten al feto y lo predisponen con respecto a su comportamiento futuro. Por ejemplo, una madre humana que tiene miedo a los perros transmite esa emoción al feto, de manera que una vez nacido, el niño está predispuesto a sentir miedo hacia los perros.

b) La madre de los cachorros es la que los educa durante sus primeras semanas de vida, por lo tanto de nuevo su influencia sobre los cachorros será marcada.

Por todas estas razones, y seguro que por otras más que no tengo en cuenta, en mi opinión a la hora de cruzar la hembra es más determinante que el macho. Como decía un buen criador de perros de rastro:

“Tener buenas hembras es la parte más importante para conseguir una buena base de cria, con buenas hembras puedes criar con cualquier gran macho, pero lo contrario no es posible.”

Una obviedad, pero al mismo tiempo, una gran verdad.

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